De regreso a la oficina, ¿qué aspectos debo tomar en cuenta?

Los estragos causados por la pandemia del COVID-19 aún se sienten en el mundo laboral, sin embargo, poco a poco se observa un retorno a la “normalidad”. Al inicio de esta situación, las empresas adoptaron al teletrabajo como una alternativa provisional para evitar que sus trabajadores corran riesgos y poder continuar con sus operaciones, pero ahora muchas organizaciones están retomando progresivamente al trabajo presencial.

Si bien la tecnología facilitó el trabajo desde casa, muchas empresas tienen la urgencia o necesidad de volver al trabajo presencial. Sobre todo por aquellos cargos que por su naturaleza requieren estar presente en un establecimiento o tener contacto directo con sus clientes, como es el caso de cadenas de supermercados o farmacias. Este tipo de organizaciones se adaptaron rápidamente para continuar trabajando con las medidas de seguridad necesarias.

En Thinking HR entendemos que el proceso de regresar al trabajo presencial no es algo que sucede de la noche a la mañana. Por esta razón, te presentamos algunos de los factores más importantes a considerar antes de realizar esta transición.

Teletrabajo

Antes que nada, aunque la intención de las organizaciones sea la de volver al trabajo presencial, se debe tener claro que el virus no ha desaparecido. Continuar con el trabajo desde casa siempre será la mejor opción, ya que es una opción segura y ofrece la ventaja de evitar posibles riesgos asociados al COVID 19 en el entorno laboral. Además, en los casos donde exista personal vulnerable, estos pueden requerir mayor atención al momento de realizar la transición a trabajo presencial.

No obstante, esto no quiere decir que la productividad de los equipos de trabajo deba verse disminuida. Hay un gran número de actividades diarias para las cuáles no es indispensable la presencia física de las personas. Para estos casos, existen varias herramientas virtuales que pueden ser aprovechadas para realizar labores cotidianas como reuniones, seguimiento de tareas o almacenamiento de información.

Evaluación de riesgos

Tomar la decisión de volver al trabajo presencial es un tema que no puede ser tratado a la ligera. Por esta razón, recomendamos que las organizaciones se planteen y respondan algunas preguntas específicas para evaluar si es pertinente o no su regreso presencial. Puedes encontrar un ejemplo de estas preguntas dando clic aquí.

Si después de evaluarlo, consideran que deben volver al trabajo presencial, entonces las empresas deben organizarse de tal manera que la reanudación de actividades presenciales se realice de una manera ordenada y gradual. Antes de adoptar cualquier medida preventiva o de control se deben evaluar los riesgos que conlleva volver al trabajo presencial con las particularidades de cada organización.

Para evaluar los riesgos del COVID-19, se debe observar la relación entre la probabilidad de que ocurra un contagio y la gravedad de las consecuencias de que exista un contagiado. Este riesgo variará dependiendo de las condiciones de trabajo de cada puesto y de las condiciones particulares de cada colaborador. Para explicar esto, un riesgo de contagio a ser considerado podría ser el número de contactos que tendría una persona diariamente. En este factor, la exposición al riesgo de una persona que trabaja como asistente contable

En caso de que alguna actividad siga siendo peligrosa después de la evaluación, será necesario plantear medidas adicionales para gestionar ese potencial riesgo de contagio.

Plan de retorno progresivo

Una vez evaluados los riesgos de contagio a los que podría exponerse el personal, es necesario implementar medidas necesarias para gestionarlos. Por otro lado, también se deben considerar medidas que tengan como objetivo minimizar los posibles riesgos de contagio.

Todas estas ideas deben ser plasmadas en un plan de retorno progresivo, en el cual hay que considerar puntos concretos para impedir al máximo posible los riesgos de contagio teniendo en cuenta los factores físicos y ambientales. Las empresas deben prepararse lo mejor que puedan, por ejemplo, instalando puntos de desinfección, monitoreando periódicamente la salud de los colaboradores y garantizando espacios que permitan respetar la distancia mínima.

Cabe señalar que, una vez finalizado el estado de excepción, sigue existiendo desconocimiento por parte de las empresas que no saben con cuántos de sus colaboradores pueden contar presencialmente.  En este sentido, en Ecuador se planteó la “Guía y plan general para el retorno progresivo a las actividades laborales” aprobada por el COE Nacional. Sin embargo, en este apartado la guía únicamente señala que se debe evitar aglomeraciones del personal y que es el empleador quien debe determinar horarios, fechas y grupos de trabajo, considerando la mitad del aforo por área de trabajo, actividad o proceso. Debido a esto y como el proceso de regreso es paulatino, los protocolos de retorno pueden plantearse, por ejemplo, con una semaforización que indique cuál es el aforo permitido según cada color. En este caso el semáforo rojo podría equivaler al 10% de los colaboradores, el amarillo al 30% y el verde al 50%.

Medidas de prevención

El artículo 3 del Acuerdo Ministerial Nro. MDT-2020-093 de 03 de mayo de 2020, hace referencia a la adopción de medidas preventivas del contagio del COVID-19. Señala que le corresponde al empleador tomar las medidas de seguridad y salud en el trabajo acorde con los riesgos laborales propios de sus actividades.

Por esta razón, es fundamental establecer medidas de prevención para el retorno presencial a las actividades laborales. Con esto, se pretende evitar la transmisión, proliferación y contagio del COVID-19 entre trabajadores y clientes. Si bien las medidas adoptadas dependen de las empresas, entre las más comunes encontramos:

Toma de temperatura: De preferencia con termómetro infrarrojo. Se debe tomar la temperatura de los trabajadores al ingreso y salida de la organización. Esta práctica se la realiza con el fin de detectar temperatura elevada en algún trabajador que podría ser señal de una posible enfermedad. En el caso de que alguien esté con fiebre no podrá ingresar a la organización.

Lavado de manos: Los trabajadores deben realizarse un adecuado lavado de manos con jabón líquido de aproximadamente entre 40 y 60 segundos. El lavado debe ser realizarse periódicamente, sobre todo, al ingreso a la organización y luego de tener contacto con superficies comunes.

Uso de mascarilla / EPI: Es obligatorio el uso de la mascarilla durante la jornada laboral. La mascarilla debe estar bien colocada cubriendo la zona de la nariz y la boca. De igual manera, debe utilizarse Equipos de Protección Individual (EPI) dependiendo el tipo de actividad y la exposición al riesgo que conlleve determinado puesto de trabajo, por ejemplo, uso de guantes desechables.

Uso de alcohol en gel: Este producto debe ser proporcionado por el empleador y se recomienda el uso de alcohol en gel al 70%. Éste debe ser utilizado según la necesidad de la persona, obligatoriamente luego del lavado de manos y a la entrada y salida del lugar de trabajo. Aunque el alcohol en gel puede venir en empaques individuales, la empresa también puede implementar dispensadores en lugares estratégicos.

Distancia: Una de las principales maneras de prevenir los contagios está relacionada con mantener una distancia segura entre las personas. Por esta razón, las áreas que sean tomadas en cuenta para regresar al trabajo presencial deben ser las que puedan garantizar este requisito.

Para este punto, se debe tomar en cuenta que no basta con tener suficiente espacio. Es necesario distribuirlo de manera que permita a los colaboradores circular libremente. Además, en todo momento se debe respetar la distancia mínima establecida que es de 2 metros.

Horarios de trabajo: Otra forma de asegurarse que se cuenta con suficiente distancia entre trabajadores es permitiendo el trabajo por grupos o por turnos. De esta manera, se puede evitar concentrar multitudes en todo momento, sobre todo en momentos específicos como a la hora de entrada y salida.

Limpieza de superficies: La limpieza de las superficies de los lugares de trabajo tiene tanta importancia como mantener la distancia a la hora de prevenir contagios. Es responsabilidad de la empresa asegurar la desinfección y limpieza constante de todas las superficies con las que las personas tienen contacto.

Flujo de ventilación: Se debe garantizar el libre flujo de la ventilación, mantener la ventilación natural y la circulación de aire en los espacios de trabajo. De igual manera, deben hacerse mantenimientos periódicos a los filtros de aire en los lugares donde estos estén ubicados.

Limpieza y desinfección: Debe hacerse especial énfasis en las tareas de limpieza y desinfección en todos los lugares de la organización. Principalmente en las superficies que son manipuladas con más frecuencia como los pasamanos, manijas de puertas, superficies de trabajo y espacios comunes.

El papel de las empresas en la prevención de contagios no finaliza cuando se detecta un caso positivo de COVID-19. Es importante realizar un seguimiento a personal que se encuentre contagiado y prepararse para su reincorporación presencial una vez que vuelva a estar sano, lo cual podría confirmarse el momento en que la prueba de COVID arroje un resultado negativo.

Medidas en caso de contagio

En el caso de que las medidas preventivas no se hayan cumplido a cabalidad por parte de los trabajadores, puede producirse un contagio y con esto un riesgo para todo el personal. Ante esta situación, es fundamental crear un protocolo de actuación ante la detección de algún caso sospechoso de contagio. El proceder de la empresa debe orientarse a precautelar la salud de sus trabajadores y clientes y evitar propagar el pánico innecesario si se confirma un contagio. Entre las acciones a realizarse en estos casos están:

Detección temprana: Si un trabajador presenta síntomas de contagio o si se detecta una temperatura alta al momento de ingresar a la organización, se debe restringir su ingreso y enviarlo a que su condición sea evaluada.

Aislamiento: Si se confirma un contagio en un puesto de trabajo, el colaborador debe ser puesto en zona de aislamiento y posteriormente debe ser retirado inmediatamente de la organización. No podrá reintegrarse al trabajo presencial mientras dure la enfermedad­ y sea un riesgo de contagio para otros.

Desinfección de zonas afectadas: No sólo el puesto de trabajo deberá ser aislado, limpiado y desinfectado, sino toda la zona implicada. Es decir, también las zonas con las que la persona contagiada haya tenido relación deberán aislarse para evitar que más personas tengan contacto con las mismas y posteriormente ser limpiadas y desinfectadas.

Monitoreo de contactos: Los trabajadores que hayan tenido contacto con la persona contagiada son personas que tienen mayor riesgo de haber sido contagiados. Por esto, hay que definir el tipo de contacto que tuvieron con la persona. Serán considerados como contacto de mayor riesgo quienes hayan compartido un mismo espacio cerrado con la persona durante más de 15 minutos. Estas personas deben ser puestas bajo vigilancia en caso de que en los días siguientes también presenten síntomas.

Comunicación interna

La forma en la que una empresa comunica algo a sus trabajadores es casi tan importante como el mensaje que quiere transmitir. El retorno a una nueva normalidad laboral puede traer incertidumbre, por esto la empresa debe utilizar las herramientas adecuadas para disipar dudas de los colaboradores. Medidas de prevención, guías de procedimientos para el acceso y demás información relevante debe ser socializada a todos los colaboradores por un medio de contacto directo como lo es el correo electrónico empresarial.

Los canales de comunicación interna de la empresa serán la vía principal para difundir información oficial a los colaboradores. La información que se envíe a los colaboradores debe ser verificada y actualizada constantemente. Sin embargo, a pesar de la facilidad para comunicar masivamente que ofrecen canales como el correo electrónico, se debe evitar saturarlos.

Los canales de comunicación deben tener la capacidad de transmitir la información más relevante y estar abiertos en todo momento para absolver las inquietudes de los trabajadores. De esta manera, se pueden utilizar estos canales también para dar a conocer al personal que la situación está bajo control. O incluso se pueden utilizar para mitigar posibles emociones negativas y evitar rumores.

Corresponsabilidad

Así como la empresa hace lo posible para prevenir posibles contagios, es fundamental que los trabajadores también lo hagan. Acciones simples como lavarse las manos regularmente o usar correctamente la mascarilla evitan la exposición innecesaria a potenciales riesgos.

La corresponsabilidad es un eje transversal y fundamental para el retorno al trabajo presencial. De poco sirven las medidas que haya implementado una empresa sin la colaboración de todos sus miembros. Es así que la reciprocidad del personal con los esfuerzos de la organización, se convierten en un aporte fundamental para evitar contagios. Cuando esto sucede, el cuidado de sí mismo pasa a ser un compromiso tanto personal como empresarial.

Estos son algunos de los factores más importantes que deben considerar las empresas que planean volver al trabajo presencial. Es necesario señalar que no todas las empresas son iguales por lo que es posible implementar medidas adicionales que respondan a necesidades empresariales particulares. Pero siempre se debe tener como prioridad la salud de los colaboradores y de los clientes. Por ejemplo, en compañías con atención presencial al cliente, es preferible que exista una ventanilla única.

Finalmente, las organizaciones deben evaluar sus propias situaciones y analizar si es pertinente el regreso del teletrabajo. Las empresas que vuelvan al trabajo presencial deberían estar en la capacidad de garantizar a sus colaboradores las condiciones necesarias para laborar con el menor riesgo posible. Las organizaciones deben velar por sus intereses, pero también deben precautelar la salud de sus colaboradores y demostrar que están preparados ante cualquier emergencia.


Esperamos que este artículo haya sido de tu agrado. En Thinking HR nos interesa saber qué medidas de prevención se han implementado en tu empresa. Te invitamos a comentar sobre este tema y a compartir tu opinión. Recuerda que también puedes sugerirnos nuevos temas sobre los que quieras que investiguemos.

 

Bibliografía:

https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/publication/wcms_745842.pdf

https://oshwiki.eu/wiki/COVID-19:_Regreso_al_lugar_de_trabajo_-_Adaptaci%C3%B3n_de_los_lugares_de_trabajo_y_protecci%C3%B3n_de_los_trabajadores

https://www.risk21.com/wp-content/uploads/2020/04/2020_04_Decalogo-vuelta-al-trabajo-v_1.0.pdf

https://www.osha.gov/Publications/OSHA3992.pdf

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